Qué es Zazen
Sólo sentarse en paz. El zen no es más complicado que esto. Sentarse en paz es lo que llamamos zazen, sentarse (za) en la concentración (zen). Para sentarse en paz la postura del cuerpo es muy importante.
Sentaos en medio del zafú (almohada redonda cuya altura dependerá de la flexibilidad de cada uno), sobre los isquiones, en posición de lotus o de medio lotus. Apoyad firmemente las rodillas en el suelo, basculad la pelvis hacia delante. La columna vertebral está recta, recoged la barbilla y estirad la nuca com si quisierais empujar el cielo con vuestra coronilla, sin tensiones, creando así una postura estable que permite una respiración fluida.
Los hombros, los músculos de la cara, las mandíbulas y el vientre están relajados. La boca permanece cerrada y la lengua toca el paladar superior detrás de los incisivos. Los ojos están medio cerrados sin fijarse en nada, con la mirada puesta aproximadamente a un metro de distancia delante vuestro.
Las manos se apoyan sobre les pantorrillas. Los dedos de la mano izquierda están sobre los de la mano derecha, las palmas giradas hacia al cielo; los pulgares se tocan ligeramente como si fuesen la prolongación el uno del otro, con un contacto firme y ligero. El canto de las manos está en contacto con el abdomen a la altura del ombligo.
Durante zazen llevamos la atención a cada punto de la postura y a la respiración. El cuerpo influye la mente que se calma y se mantiene en vigília y muy perceptiva. Los pensamientos dejan de encadenarse los unos con los otros. Si se mantiene la atención sobre la postura, los pensamientos desaparecen sin dejar traza. Sólo queda el instante presente.
La postura es el espejo donde nos podemos mirar sin juzgar, sin dejarnos llevar por los pensamientos.
Es importante compartir esta práctica con los demás; practicantes con más experiencia pueden ayudarnos a encontrar la buena postura o a corregirla si es preciso. La energía y el entusiasmo de cada uno nos animará a continuar en los momentos en que la práctica puede parecer difícil. Zazen no es una práctica ascética. Como dice el Maestro Dogen, "Calentar el dojo en invierno y ventilarlo en verano es muy bueno para hacer Zazen" (Shobogenzo Zazengi).
El dojo Zen Sansuikyo de Girona es un lugar tranquilo, pacífico y fácilmente accesible donde nos reunimos para practicar zazen.